Harmonia Rosales, artista afrocubana, crea sus obras con un claro propósito: lanzar un mensaje de igualdad que empiece por el color de la piel y se traslade a todo lo demás. Para ello, ha decidido sustituir a las protagonistas de las obras de arte más famosas de la Historia por mujeres negras, de manera que cualquier espectadora, sea cual sea el color de su piel, pueda sentirse identificada.
«Hago esto por mí, por lo que me gustaría ver y lo que me encantaría que mi hija creciera viendo y disfrutando», explica Harmonia sobre su arte. «Quiero que ella se acepte a sí misma, su pelo afro… Todo. Esto era así hasta que empezó el colegio y fue consciente del color de su piel. Cuando hago mi trabajo, lo hago por ella».
La artista afrocubana argumenta que, hasta ahora, la Historia del Arte ha lanzado el mensaje de que «lo blanco es bonito», utilizando siempre protagonistas femeninas con «pieles traslúcidas». Por ello, y empezando nada más y nada menos que por la mismísima Venus de Botticelli, la pintora ha decidido reformular este mensaje. En el icónico cuadro de la Diosa romana del amor y la belleza creado por el genio italiano, Rosales ha colocado a la que sería la Diosa equivalente en la santería cubana, Oshun. Pero esta no es la única obra reinterpretada por la artista. Eso sí, todas tienen el mismo objetivo: trabajar por la igualdad a través del arte.