10 datos sorprendentes sobre ‘La Noche Estrellada’ de Van Gogh
La noche estrellada es uno de los cuadros más famosos de todos los tiempos. Lo hemos visto reproducido de mil maneras en mil ocasiones, pero hay muchos aspectos desconocidos que se esconden detrás de esas pinceladas sueltas y esos grandes soles amarillos. Si quieres conocerlos te aconsejamos echarle un ojo a esta lista de 10 cosas que no sabías sobre La noche estrellada de Van Gogh.
1. Vincent Van Gogh decidió pintar un paisaje a partir de las vistas desde su ventana del asilo Saint-Paul-de-Mausole, donde fue internado debido a sus problemas mentales. Así se desprende de la correspondencia que el pintor intercambiaba con su hermano Theo. Sobre La noche estrellada le dijo: «Esta mañana he visto el campo antes de amanecer desde mi ventana, con nada más que la estrella de la mañana, la cual era muy grande».
2. Sin embargo, Van Gogh no reprodujo el paisaje que veía desde su ventana de manera exacta, sino que más bien lo tomó como inspiración. Además, obvió un detalle que sin duda hubiese arruinado el cuadro: los barrotes que se interponían entre su habitación en el asilo y el mundo exterior. Así lo explicó de nuevo a su hermano Theo en una de sus cartas, en 1889: «A través de la ventana abarrotada, puedo ver un campo de trigo encima del cual, por la mañana, puedo ver el sol salir en todo su esplendor».
3. Otro inexactitud del cuadro de Van Gogh reside en la inclusión de la provincia de Saint-Remy, el pequeño pueblecito que aparece al fondo en La noche estrellada. Los historiadores confirman que es imposible que Van Gogh llegará a ver la ciudad desde el asilo, y presumen que el artista se inspiró en su Holanda natal para pintar esta parte.
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4. Algunas teorías aseguran que La noche estrellada tiene cierta simbología relacionada con la muerte. De hecho, los árboles que aparecen en el cuadro son cipreses, asociados a los cementerios y a la muerte. Un comentario de Van Gogh sobre la pintura así lo confirma:
Mirar a las estrellas siempre me pone a soñar. ¿Por qué, me pregunto, no deberían los puntos brillantes del cielo ser tan accesibles como los puntos negros del mapa de Francia? Así como tomamos el tren para llegar a Tarascon o Rouen, tomamos la muerte para llegar a una estrella».
5. Pintar cuadros al óleo de paisajes nocturnos fue una fijación para Van Gogh. Antes de su famosa Noche Estrellada, hubo otras que, aunque no se hicieron tan famosas, demuestran la gran pasión y curiosidad de Van Gogh hacia la observación del cielo nocturno. Un año antes de terminar La noche estrellada, el genio de la pintura creó la obra Noche estrellada sobre el Ródano, y previamente a esto, pintó Terraza de café por la noche. En ambas pinturas, Van Gogh capturó las luces del cielo nocturno que más tarde desarrolló en La noche estrellada, mundialmente reconocido.
6. Pintar un paisaje al óleo era una de las ocupaciones favoritas de Van Gogh, aunque el propio pintor reconoció que nunca le gustó La noche estrellada, al igual que el resto de las obras que creó en su estancia en el asilo de Saint-Remy. De hecho, tal y como le confirmó a su hermano en otra misiva, las únicas pinturas que consideraba realmente buenas eran El Campo de Trigo, La Montaña, La Huerta, Los Árboles de Olivo con Colinas Azules, El Retrato y La Entrada a la Cantera. «El resto no me dice nada», afirmó Van Gogh. Jamás hubiera imaginado que su obra de mayor impacto no estaba en esta lista.
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7. Sin darse cuenta, Van Gogh pintó el planeta Venus en su cuadro. Este hecho lo descubrió el historiador Albert Boime, quien comparando la pintura con un mapa del cielo del día en que fue pintada La noche estrellada (9 de junio de 1889), se dio cuenta del detalle. Realmente, «la estrella del amanecer» de la que hablaba el artista en sus cartas a Theo era el planeta Venus.
8. Mientras vivió, Van Gogh solo vendió dos obras, y ninguna de ellas fue La noche estrellada. Uno de los cuadros vendidos fue Viñedo Rojo, comprado por la coleccionista de arte Anna Boch por la suma de 400 francos en 1890. El hermano de Theo habla de una segunda obra vendida por su hermano a una coleccionista británico, pero se desconoce su identidad.
9. Tras su muerte, Van Gogh tuvo en su cuñada a su mejor representante. Johanna Gezina Van Gogh-Bonger, que fue propietaria de La noche estrellada en dos ocasiones, heredó el resto de obras del artista en 1891, tras el fallecimiento de éste y de su marido Theo. En ese momento, ella comenzó a manejar la correspondencia y publicidad de los cuadros, promocionando el arte de Van Gogh hasta impulsar su ascenso a la fama. La noche estrellada se vendió por primera vez en 1900 al poeta francés Julien Leclerq, quien se lo vendió al artista post- impresionista Émile Schuffenecker. Seis años después, Johanna lo recuperó para entregarlo a la Galería Oldenzeel, en Rotterdam.
10. Aunque ahora se encuentra en el MoMa de Nueva York, La noche estrellada se presentó al público por primera vez en el Museo de Arte Moderno de Manhattan, en 1931. Esto fue posible gracias a una mujer llamada Lillie P. Bliss, hija de un comerciante textil y coleccionista de arte moderno. Junto a Mary Quinn Sullivan y Abby Aldrich Rockefeller, fundó el mencionado museo, y en 1931, su hija Lillie donó la mayoría de su colección de arte a la institución. Sin embargo, no fue hasta 1941 cuando decidió venderle La noche estrellada. ¡Quién sabe que hubiera sucedido si no con la obra!