Si en algo era especialista Edward Hopper era en captar con total realismo y magia la atmósfera de ambientes urbanos y de escenas privadas que retrataba con una visión casi voyeur. Cada una de sus obras nos sumerge por completo en el momento y el lugar que captura, creando cuadros verdaderamente irrepetibles.
Seducido por esta encantadora y nostálgica visión del mundo, al artista y exprofesor inglés Phil Lockwood se le ocurrió rendirle homenaje creando un mosaico con algunos de sus cuadros original y otras creaciones propias que recrean el particular estilo de Hopper.
La obra, que Lockwood ha bautizado como Offices at Night, ha arrasado en Twitter gracias a la increíble composición de escenas que parece reunir el universo hopperiano al completo en un solo escenario. Este incluye obras del propio Hopper como Night Hawks (solo hay que ver el restaurante de estilo americano en la parte baja del cuadro) o Office al Night (la vemos en la ventana del margen izquierdo). Pero es que, además, el ex profesor afincado en Sheffield incluye otras viñetas de creación propia con las que pretende «despertar en el espectador los mismos sentimientos». En ellas podemos ver a su perrita fallecida Annie (justo delante del bar) o su propio nombre en el escaparate de la parte inferior izquierda.
Según ha contado el artista, la idea de crear este singular paisaje que ahora triunfa en las redes surgió hace unos años durante una visita a Copenhague (Dinamarca). «Estaba paseando por la ciudad y me quedé observando un edificio de oficinas. Era una de esas tardes oscuras de invierno y todavía había gente trabajando en ellas. Estuve un buen rato mirando lo que ocurría en cada una de las ventanas», explicó Lockwood.
Tras pintar el cuadro hace tres años, el autor lo vendió a una galería de arte de Sheffield, perdiéndole la pista. Gracias a un tuit de Helen Warlow, su increíble mosaico homenaje a Hopper se ha convertido en noticia. «Mis paisajes son como un puzzle que se componen de recuerdos de los años 50 y 60. Las imágenes que me vienen a la cabeza resultan muy cercanas a las que pintó Hopper», ha explicado Lockwood.