Típico. Se acerca ese día especial (cumpleaños de madre, aniversario con novio, despedida de soltera de amiga) y tú sin una idea decente de qué regalar. Y es que cuando pensamos en cosas materiales es muy fácil perderse en las dudas de si le gustará, le vendrá, le durará… ¿Pero sabéis lo que dura para siempre? Los recuerdos de aquellos momentos en los que fuimos felices.
Numerosos estudios concluyen que las experiencias nos dejan una huella mucho más profunda que la mejor de las adquisiciones que podamos hacer en nuestra vida. Por eso, regalar una tarde de risas en la que aprender que sí, se puede pintar un cuadro en dos horas y sin experiencia, es un verdadero acierto.
¿Por qué Salir con Arte?
Regalar experiencias mola. Hasta ahí bien. ¿Pero por qué regalar una tarde pintando a una persona que no ha cogido un pincel en su vida? Porque de eso precisamente va Salir con Arte: de demostrar que cualquier persona puede pintar un cuadro sin tener experiencia siempre que siga los pasos adecuados. Además de eso, los beneficios terapéuticos de las actividades creativas, como la pintura, están más que probados. Vamos, que una tarjeta regalo para Salir con Arte es como un circuito de spa por mucho más divertido, ¡y original! Y es que los eventos se realizan en bares y locales de ocio donde no falta el ambientazo.
Regalar arte es fácil y rápido
La cosa es sencilla. A través de la web www.salirconarte.com se adquiere la tarjeta regalo (24.6 euros con el descuento YOREGALOSALIRCONARTE), una postal virtual con un diseño gráfico chulísimo que le tendrás que hacer llegar a tu persona especial. En ella encontrará un código que podrá canjear para el evento que prefiera. ¡No hay margen de error! El afortunado o afortunada tendrá la posibilidad de escoger entre los diferentes eventos disponibles en función del cuadro que le guste o el horario que mejor le venga.
¿A quién no le gusta pintar?
Que levante la mano quien no haya pintado alguna vez siendo pequeño. En mayor o menor medida, todos hemos pasado horas garabateando cuadernos (y hasta paredes). ¿Por qué dejamos de hacerlo? ¿Porque no se nos daba del todo bien? ¿Porque no valía para nada? Tampoco sirve de mucho bailar y seguimos dándolo todo cuando se tercia la ocasión. Pintar no solo es divertido, sino que gracias al método de Salir con Arte, es fácil conseguir un buen y sorprendente resultado, lo que genera un sentimiento de satisfacción de lo más motivador. ¿Pintura para «dummies»? Algo así, pero con el extra de poder pedirte una birra mientras aprendes para facilitarle el trabajo a las musas. Una tarde de copas que acaba con una obra de arte hecha con tus propias manos, ¡es un planazo en toda regla!
Si regalas Salir con Arte, regalas una experiencia inolvidable, un lienzo para guardar toda la vida y una sensación que no tiene precio: la de saber que no hay reto que uno no pueda abordar. «¿Pintar? ¿Yo?», puede que te diga tu madre, novio o amiga cuando le regales Salir con Arte. Hasta que canjee su tarjeta y sé dé cuenta de que sí, todo el mundo puede pintar y disfrutar de una experiencia creativa de esas que dejan huella.